Sobre el Espíritu y la Transformación
- Jose Luis Tejeda
- 17 oct 2022
- 2 Min. de lectura
José Luis Tejeda Muñoz
Filósofo Clínico
El pensamiento común es considerar el alabar, orar y cantarle a Dios como las actividades espirituales superiores, sin embargo es interesante leer en génesis que Dios entrega el universo creado al hombre para que lo transforme, a su servicio, Adán nunca aparece cantando y en el paraíso.
Algunas otras personas consideran que cuando el ser humano muera y llegue al paraíso estarán cantando y alabando al señor, sin embargo nada indica que así sea.
La finalidad del ser humano es la de transformar el creación, y si cuando fallezca y si va a algún paraíso su finalidad no se modificara, porque es lo que le corresponde por esencia y si se modificara cambiaría su esencia y por tanto dejaría de ser humano.
Pero aquí aparece un punto muy importante si la finalidad del ser humano es transformar es importante saber que dirección darle a la transformación, por lo que aquí hay dos opciones, o tiene una forma de descubrirla con el uso de la razón desde la realidad mismo, o le es comunicada por Dios.
Una parte importante de la humanidad, por siglos, ha considerado que es Dios quien comunica al ser humano el sentido que debe darle a su actividad transformadora, y luego no han faltado los sacerdotes, gurús, chamanes, etc., que se adjudican ser quienes tiene el email de Dios en exclusiva, y así el resto de las personas le proporcionan a esta persona un nivel de espiritualidad superior y le adjudican un valor por encima de los demás y sus comunicados tienen valor dogmático porque supuestamente es lo que Dios quiere que hagamos.
Pero esta postura se presenta absurda y errónea porque ¿Cómo algo tan importante para el ser humano que es conocer el sentido de la transformación, que aplica a toda la humanidad, le sea comunicad a una persona? Ésta es inaceptable.
El conocimiento del sentido de la transformación tiene que estar contenido en la realidad y poder ser descubierto por el ser humano con sólo sus capacidades naturales, porque sería absurdo que Dios haya credo al ser humano para que transforme pero no le haya dado las condiciones para que lo pueda saber, es algo que se presenta absurdo y contradictorio, pues,
¿cómo puede esperar que alguien haga algo pero que carezca de las condiciones naturales para saberlo? Simplemente nunca lo va a hacer, estaría contrario al principio de finalidad.
Luego descartaremos el principio de que conocer la finalidad que hay que imprimirle a la transformación no pueda ser conocida por todos los seres humano de modo directo, y que se requiera de un iluminado para que nos lo indique y si por desgracia yo no tengo contacto con el iluminado no podré cumplir mi finalidad como ser humano, simplemente no, por tanto nos abocaremos en el próximos artículos a profundizar más en la transformación, características, conocimiento y sentido.
Continuará....
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